Son habitaciones muy amplias para dos personas puestas con todo el confort, decoradas en distintos colores y texturas. Desde sus amplios ventanales el pasajero quedará deslumbrado por el magnetismo que despierta el Cerro Uritorco.

Cuentan con un deck y jardincito propio donde podrá apreciar el atardecer, viendo la belleza agreste y el cambio de colores del Cerro, que van desde el verde al amarillo y al rojo intenso. También, darse un largo baño de inmersión en el hidromasaje, aprovechando los beneficios del ozonoterapia y mirando las estrellas y el reflejo de la luna a través de su techo vidriado será una experiencia reconfortante.

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